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Energía: El Estado del Arte

Para lograr tener una economía resiliente con capacidad de respuesta frente a la crisis climática, necesitamos seguridad climática.

El sector energía es uno de los principales sectores promotores del desarrollo económico del país. Es hoy parte importante de la columna vertebral de la economía. Por un lado, la energía en sus múltiples formas, al ser un insumo transversal, a todas las actividades económicas, es fundamental para atender las necesidades básicas de la población. Es indispensable y estratégica para el país. No hay desarrollo humano sin energía accesible, que contamine menos y que permita obtener seguridad hídrica y alimentaria. Para lograr tener una economía resiliente con capacidad de respuesta frente a la crisis climática, necesitamos seguridad climática. La seguridad climática se basa precisamente en las tres seguridades mencionadas, energética, alimentaria e hídrica. Hay un nexo entre las tres. Por tanto, su desarrollo debe ser considerado de alta prioridad en el gobierno a fin de lograr modernización y sostenibilidad. La economía debe fortalecer su competitividad, integrando al país, lograr el acceso pleno e integral de la energía, así como la mejora de los servicios básicos a los ciudadanos.

El acceso eficiente a la energía es fundamental para el desarrollo de la población y economía del país, la atención de las necesidades básicas energéticas (iluminación, cocción de alimentos, secado de alimentos, refrigeración, calefacción, comunicación) y usos productivos (minería, agroindustrial, pesquero, artesanal, transporte, entre otros), eliminando la pobreza energética. Además, permitirá utilizar las fuentes de energía disponibles del país con la tecnología más eficiente para lograr su atención al 100%.

En electricidad, la situación es complicada, dado que cada año la sombra de una crisis energética nos asola, principalmente por la ausencia de políticas coherentes por parte del Estado, originándose una reiterada alteración y la consecuente distorsión del modelo energético existente, cuyo impacto se refleja en una tarifa eléctrica elevada para los usuarios regulados. Siete millones de contratos pagan el doble por generación. Si el precio en el mercado spot reflejara el verdadero costo del gas que utilizan las empresas termoeléctricas, las tarifas a los usuarios regulados bajarían por la reducción de la prima RER incluida en el costo del servicio público de electricidad. También no se ha desarrollado el mercado secundario del gas natural, lo que aliviaría al mercado eléctrico, que paga el gas se use o no. La calidad del servicio eléctrico es marcadamente diferente en Lima con relación al resto del país, veamos el nivel de interrupciones. El subsector eléctrico requiere de un cambio importante para asegurar el 100% de cobertura energética y energización de la población, masificando de forma más eficiente el gas natural, para su uso directo en hogares, el transporte y la industria, aumentando la participación de energías renovables en la oferta eléctrica, promoviendo la electro movilidad y eficiencia energética.

En cuanto al sub sector de hidrocarburos, contamos con una empresa estatal deficiente y en déficit financiero, cuya institucionalidad y modelo de negocio debe ser reestructurada con el fin de mejorar sus indicadores económicos, utilización eficiente de sus activos y convertirse en una empresa energética de vanguardia, contribuyendo a la seguridad energética del país, desarrollando clúster, generación de renta y empleo para el país. Así mismo, necesita mejorarse la estrategia ambiental y social para el desarrollo exitoso de proyectos energéticos.

Por otro lado, se observa un inadecuado aprovechamiento del gas natural, sólo 15% de índice de penetración, a diferencia de Colombia que ha llegado al 65% y Bolivia 41%. El gas natural que es un recurso estratégico para el país, viene siendo utilizado principalmente para la exportación y producción eléctrica, pudiendo alargar su vida útil al incorporarlo en los sectores residenciales y productivos como el transporte. Al mismo tiempo de reducir gradualmente su consumo en el sector eléctrico, utilizando más energías renovables. En ese sentido, se necesita una reingeniería en la masificación del gas natural en las diferentes regiones del país, promoviendo Gas Natural Vehicular (GNV), gas residencial y gas para la industria. Se debe lograr las oportunidades que hoy tiene Lima, en beneficio del resto del país. El relanzamiento e impulso del GNV es crucial, reducir el excesivo consumo de diésel, que importamos, la mejor utilización del FISE para plan de incentivos en costos de conversión y agresiva ampliación del sistema de chatarreo de grandes unidades de transporte.También falta un combate frontal al comercio ilegal de combustibles.  Revisión de la normativa para que se obligue, por mandato legal, a OSINERGMIN  a combatir la informalidad e ilegalidad en el mercado de GLP y otros combustibles. Dando soporte técnico al Ministerio público y la policía nacional en operativos combinados frecuentes. Falta implementar controles de seguridad en el GLP automotriz. Monitoreo y mejoras a enfoque tributario beneficiando autos y combustibles limpios y penalizando los viejos y contaminantes. Hoy es al revés. No hay estandarización normativa. Normas técnicas que garanticen nivel óptimo de seguridad, competencia y predictibilidad, de acuerdo a las mejores prácticas, para el GLP, GNV y líquidos.

No puede ser que hoy las estaciones de servicio ofrezcan productos cuyos precios están en galones, litros y metros cúbicos. Las gasolinas se venden en soles por galón, el GLP vehicular en soles por litro, y el Gas Natural Vehicular (GNV) en soles por metro cúbico. La mayor confusión se da sobre todo entre el GLP y el GNV. Es un enredo que confunde al consumidor y esto debe de unificarse de acuerdo al sistema métrico decimal que es el que por norma debe de utilizarse en el país (litros). Hacerlo de la mejor forma didáctica posible.

*Este articulo apareció en la edición 14 de la  revistaenergia.pe disponible en el siguiente link ? https://cutt.ly/SeDoufw


Autor:

Pedro Gamio Aita

Consultor de Energía.

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