De acuerdo a datos de Bloomberg, el petróleo Brent alcanzó los US$80.3 por barril, de esta forma marcó un máximo de cuatro años y superó las estimaciones de analistas consultados por la agencia Reuters este miércoles. Los once analistas consultados por la agencia sostuvieron que los precios del crudo Brent promediarían US$71.22 por barril este año y US$71.26 en 2019, un fuerte aumento comparado con los niveles de US$67.40 y US$66.39 por barril pronosticados en abril.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) considera que el avance del precio del petróleo hacia US$80 el barril constituye un alza de corto plazo generada por factores geopolíticos en lugar de una escasez de oferta, dijeron cuatro delegados del cartel a Reuters, en una señal de que el grupo no está planteándose cambiar su acuerdo de recortes de suministros. Explicaron que existe preocupación sobre las sanciones de Estados Unidos sobre Irán y la tensión en Oriente Medio.

Desde el año pasado, el petróleo ha estado apoyado por un acuerdo de la OPEP, además de Rusia y otros países que no integran el cartel, para recortar la producción. Los precios han subido cerca del 40% desde que el acuerdo comenzó en enero de 2017. Además, recientemente la Agencia de Información sobre Energía (EIA) informó que durante la semana que terminó el 11 de mayo las reservas de crudo en Estados Unidos cayeron en 1.4 millones de barriles.

A eso se suma que en Venezuela han disminuido las exportaciones de crudo, en abril la producción registró una nueva caída al perder 4,000 barriles diarios y ubicarse en 1.5 millones, explicado en parte por las sanciones económicas de Estados Unidos y las acciones legales de ConocoPhillips contra la estatal venezolana PDVSA. “La caída continua de la producción de petróleo en Venezuela está simultáneamente tirando hacia abajo la producción de la OPEP”, subrayaron los analistas de Commerzbank, según consignó El Financiero.

Expertos consultados por The Guardian dijeron que los aumentos representarían un desafío para los bancos centrales que ya enfrentan una alta inflación, ejemplo de ello es Argentina, que en abril acumuló una inflación de 9.6%. Aunque algunos analistas proyectan que el precio del petróleo podría seguir incrementándose, un análisis realizado por Goldman Sachs en la primera semana de mayo concluyó que el impacto del persistente incremento de la producción de petróleo de esquisto (shale oil) en EEUU tendrá un mayor impacto y arrastraría al precio a un rango entre US$55 y US$60 por barril para fin de año.