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Tenemos buen margen de reserva, pero que no se nos pase el tren

Margen de reserva actual

Durante los últimos años, se ha hablado mucho acerca del Margen de Reserva que posee nuestro país. Si bien es cierto si existe un Margen de Reserva adecuado (aun cuando en países desarrollados los rangos son >60%); este está compuesto por varios tipos de teconología: térmica, hidráulica, solar y eólica, predominando las dos primeras con 58% y 38% respectivamente.

Como es conocido no todas las formas de generar energía son eficientes y esta eficiencia está definida en función de los recursos disponibles que tiene un país para la producción de energía.

De acuerdo con las estadísticas del COES, al cierre del año 2018 teníamos una Potencia Efectiva instalada de 12,581.4 MW y Máxima Demanda registrada fue de 6,884.6 MW. Haciendo un cálculo muy simplificado, actualmente tendemos más de un 50% de Margen de Reserva, es decir tenemos casi el doble de Potencia Efectiva en comparación a la Máxima Demanda registrada para el año 2018.

Pero, ese 50% adicional de qué tipo de generación está compuesto?; si consideramos que el COES hace un despacho en función al costo marginal, estaría compuesto por las centrales térmicas, tanto las que generan quemando Gas Natural, como por aquella que generan con Diesel, Residual y Carbón, las cuales aparte de tener un costo alto, son procesos que no generan energía limpia en el ambiente.

Según estadísticas del COES en el año 2018 las centrales térmicas que generación con Diesel, Residual y Carbón tienen una Potencia Efectiva de 2,743.6 MW que representan un 21.80% de nuestra capacidad de generación. Es decir que nuestro Margen de Reserva eficiente, con menor contaminación se reduciría a un poco más del 30%, que aún sigue siendo elevado para los datos históricos del Perú, pero razonables en comparación con otros países de la región.

Asimismo, haciendo un ejercicio simplificado, si quisiéramos mantener un 30% de margen de reserva y creciéramos a un nivel conservador del 4% anual; para el año 2022 ya se debería de haber cubierto todo el “exceso de capacidad” y mantener un Margen de Reserva adecuado, que no necesariamente es eficiente (aún queda ese 21.80% de capacidad generada con Diesel, Residual y Carbón).

Los próximos años van a ser críticos, ya que el calce entre oferta eficiente y demanda no se va a dar y se tendrá que poner en operación las centrales que usan como combustible el petróleo diésel lo que encarecerá el costo variable (Mollendo e Ilo) y evidentemente el costo marginal el cual da la señal económica para hacer el despacho a mínimo costo función del COES, volviendo a una situación similar a las que teníamos hacia el año 2004.

Desarrollo de nuevos proyectos de energía renovable en el Perú

Siguiendo la tendencia mundial de reducir la generación de energía en base a los combustibles fósiles, felizmente el Perú tiene la ventaja de poseer muchas fuentes de energía renovables que aún pueden ser desarrolladas, principalmente la hidroeléctrica, eólica y solar.

Sin duda que el avance de la tecnología apoya la tesis de impulsar estas dos últimas, pues el plazo de desarrollo e implementación es corto y los costos son cada vez más competitivos.

Sin embargo, la hidroeléctrica es un mix muy importante, aun cuando su plazo de maduración sea largo (hasta 10 años desde concepción) pues es una energía de base que garantiza potencia firme, que hace muy buena sinergia con las tecnologías de generación con desempeño más intermitente y permite así al sistema costos eficientes finales.

De estas infraestructuras, para el sistema y cuidado al medio ambiente – las más ventajosas son las de tamaño mediano, que tiene regulación y en mayor medida las que son de uso mixto como parte de aprovechamiento de proyectos de irrigación vinculados pues amplia el efecto positivo. Y para la economía, el impacto de inversión en este tipo de infraestructura genera un fuerte efecto multiplicador pues mucho del componente del CAPEX es de insumos y/o gestión de proveedores locales.

En sumas finales; será necesario de un esfuerzo común entre el estado y el inversor privado, a fin se puedan lograr las condiciones normativas, financieras, técnicas y comerciales para poder tener nueva generación y a precios razonables para el año 2022 y así poder mantener una seguridad aceptable en cuanto a la generación de energía se refiere.

Nuevamente, contamos con mucho potencial, y de donde elegir, ¡pero ojalá no se nos pase ni atropelle el tren!

Autor:

José Yzaguirre

Gerente de Finanzas y Administración – Dessau S&Z.

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